SupervivenciAL

El fin de semana del 25 al 27 de Abril llegó por fin la acampada que todos los animadores y monitores esperamos durante todo el año, la SupervivenciAL.

Este año fuimos a la Sierra de Huelva. El viernes 25 al salir de Sevilla todos teníamos miles de preguntas sobre qué era lo que iba a pasar a lo largo de esos casi tres días.  Por una parte los animadores de primer año no se conseguían imaginar cómo iba a ser ese fin de semana del que todos hablaban, ¿qué sería eso tan especial que hacía que todos quisiéramos volver lo antes posible? Y por otra parte los animadores y monitores que ya habíamos vivido esa experiencia, cada año único y totalmente diferente,   nos preguntábamos cómo sería este año.

Nada más llegar a Huelva nos dividimos en pequeños grupos para organizarnos mejor, todos con un mapa y sabiendo nuestro destino. Nos separamos y nos pusimos en camino. Hubo grupos que llegaron en seguida y  otros que inventaron “nuevas caminos”,  pero lo importante fue que todos cumplimos la meta del primer día.

El Sábado 26 fue el día más largo para todos puesto que hacía muchísimo calor, habíamos dormido poco y en los pies ya notábamos los kilómetros que habíamos andado el día anterior, pero aun así el espíritu de Aire Libre seguía en cada uno de nosotros, creciendo más y más cada minuto, cada kilómetro, cada vez que compartíamos con los demás, cada vez que recordábamos o vivíamos anécdotas que contar…  Al unirnos todos por la noche estábamos agotados pero aun así no parábamos de andar de un lado para otro haciendo la cena, preparando la zona de dormir, contando historias que habían trascurrido durante el día…. Teníamos un poco de miedo, puesto que había riesgo de lluvia para esa noche y nosotros dormiríamos a la intemperie pero tuvimos suerte y no nos llovió. Tras cenar y hacer algunas actividades tocaba el momento en el que nos reunimos todos, monitores y animadores, y hablamos sobre el fin de semana que habíamos pasado;  era nuestra última noche. Personalmente ese es el mejor momento con el que me quedo  porque todos hablamos y contamos nuestras experiencias, pero sobre todo porque  me sentía a gusto con la gente con la que estaba, orgullosa de haber conseguido superar el reto de andar tantos kilómetros y feliz porque gracias a  Aire Libre  y la gente que lo forma   había crecido muchísimo como persona. 

El Domingo 27 tocaba volver a casa, volver a la rutina. Pero todos volvíamos con una gran sonrisa en la cara. Habíamos vuelto a vivir esa experiencia que Aire Libre nos proporciona y  que poco a poco hemos ido formando y sintiéndonos  un poco más unidos  a esta familiAL.

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                                                                                                           Carmen Velamazán

                                                                                                      Animadora de 2do año