lunes, 8 de diciembre de 2014

Sexto en Fuenteheridos

SEXTGIPCIOS EN FUENTEHERIDOS

¿Qué decir que no se haya dicho nunca de una acampada? Todos sabemos lo que pasa en una acampada pero siempre hay una que es especial para cada uno y que siempre recordarás. Esa acampada suele ser la primera,  pero,  ¿la primera en qué? Todo el mundo recuerda su primera acampada de acampado, la primera de animador y en este caso muchos recordaremos esta acampada como la primera como monitores.

Era el 31 de octubre cuando un curso, SEXTgipcios, partía rumbo a Fuenteheridos guiado por un grupo de monitores novatos (Quique Fernández, Carmen Méndez y de Don Benito Laura de Cía y Celia Nieto) cargados de ilusión dispuestos a pasarlo lo mejor posible. Junto a ellos iban también los experimentados monitores (Ignacio Ayerbe y Pablo Ortiz)
Los niños también iban con mucha ilusión, ya que para más de uno era su primera acampada de todas.

Este gran grupo (aunque no fuera muy numeroso) llegó desde Sevilla y se reencontró con los amigos de Don Benito, "amigos de pañoleta". La sensación que se genera, ya seas acampado o monitor, tu primera u octava vez, al ver a los amigos de los otros colegios Claret es indescriptible, emoción, alegría y lo que es mejor, un fin de semana entero para hablar de cómo va la vida.

Volvamos a la acampada a este curso le había tocado ser egipcios por un fin de semana donde tendrían que construir pirámides entre otros misterios del Antiguo Egipto, eran SEXTgipcios. El primer día tras todos los abrazos y una vez instalados y cenados (una buena sopa salada) se realiza el tradicional pasaje del terror. Historias de miedo inventadas por los monitores sobre la marcha, disfraces, susto al dueño del terreno y gritos de los niños que van cogiendo confianza entre ellos. Tras todo esto llega la ‘calma’ y los niños se dirigen a las tiendas para dormir, o al menos disimularlo. La hora de dormir del primer día, otro clásico  de las acampadas, los niños no quieren dormir y los monitores están un buen rato intentando que se duerman, o al menos, se hagan los dormidos.

Al día siguiente empezaba la primera misión de nuestros egipcios, tenían que construir una pirámide para el Gran Faraón Piri. Tocaba tirar de imaginación. Tras pasar las duras pruebas, alabar al faraón, derrochar originalidad y alguna que otra travesura, las pirámides estaban listas para examen, aunque el ganador fue lo que menos importó. El resto de la mañana fue preparar el teatro egipcio de la velada. Por la tarde, tocaba el taller y con algunos contratiempos se hicieron los lapiceros momia. Y llega la hora de la velada contra los compañeros de primero de la E.S.O, monitores pintados, monitoras disfrazadas y dos presentadores que por lo menos harían algo en la acampada.

El domingo nos tocaba la excursión y la gymkhana en el pueblo. Se le explicó a los niños la historia del pueblo antes de empezar a jugar, y al acabar por fin comenzó el juego. Transcurrido parte del juego empezó a llover y hubo que refugiarse, pero no hay nada que no se pueda arreglar con unas canciones de campamento, unos juegos tradicionales y algunas chuches con los que pasar el rato y deslumbrar a la gente del pueblo ya en el campamento tocaba la recogida y despedida de nuestros amigos de pañoleta.

Otra vez las emociones a flor de piel y el deseo de volver a vernos en el campamento.


Quique Fernández Blázquez

3º de Animadores de Aire Libre Claret Sevilla

No hay comentarios: