El pasado fin de
semana de los días 4, 5 y 6 de marzo un grupo de monitores y niños de 5º de
primaria tuvieron el privilegio de asistir a una maravillosa acampada en
tierras onubenses.
Partimos de la capital
hispalense entorno a las 16:30 horas, a pesar de que era la hora de la sagrada
tradición española tanto niños como monitores demostraron arder en deseos de
comenzar esta acampada; en la que retrocederíamos tiempo atrás para encontrarnos
con nuestros amigos “Picapiedra”.
Aunque los grandes
meteorólogos auguraron lluvia, resultó que el único agua que mojó a los niños
fue la del océano Atlántico. Tras unas rápidas presentaciones y unas cuantas
risas cenamos y nos encaminamos al juego de la noche donde los chavales
disfrutaron y desahogaron la tensión acumulada.
El sábado visitamos la
cuasi infinita playa de Mazagón donde chapoteamos en el agua, jugamos al fútbol
y realizamos una serie de juegos populares. Por la tarde nos reunimos todos en
el comedor para realizar un taller de mazos y huesos (de papel de periódico y
la famosa mezcla cola y agua a partes iguales, ya que cualquier otro material
hubiera extremado el riesgo de accidente entre acampados). Llevando a cabo justo a continuación la Eucaristía todos juntos con el P. Sebastián Plaza, cancionero incluido.
La noche transcurrió sin incidentes notables, aunque la disputa en el “Furor” entre chicos y chicas fue más que latente, y tras esto, los acampados desfilaron hacia sus literas para descansar.
La noche transcurrió sin incidentes notables, aunque la disputa en el “Furor” entre chicos y chicas fue más que latente, y tras esto, los acampados desfilaron hacia sus literas para descansar.
El domingo por la
mañana los niños tuvieron el gusto de disfrutar de una gymkhana en el pueblo conociendo
a la gente del lugar, produciéndole más de un ataque de risa. A la vuelta a la
zona de acampada se recogió y empaquetó todo para la travesía de vuelta a casa.
También hay que recordar la intachable labor de los 3 veteranos cocineros, unos
más que otros, y de los 4 animadores que como siempre pasaron inadvertidos
cumpliendo su tarea con tesón y pulcritud.
Un abrazo y gracias a los que lo hacen posible.
Un abrazo y gracias a los que lo hacen posible.
Javier Romero
Rodríguez
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