El
pasado día 4 de enero nos propusieron hacer lo que mejor sabemos hacer, estar
con niños. Tres de nuestros monitores se encaminaron en una tarea que no era la
común a lo que solemos hacer en la Asociación (acampadas, actividades…) no,
esta vez, Jacobo se tuvo que transformar en Paje Real, esos que se pintan de
negro e intensifican la ilusión de un niño en las vísperas a la venida de SS.MM
Los Reyes de Oriente. Aunque duró menos que una acampada, desde mi punto de
vista fue igual de enriquecedor. Cada niño que pasó por las rodillas de nuestro
paje traía una ilusión diferente pero a la vez igual: todos querían recibir los
regalos que habían escrito en un trozo de papel. Unos ponían dibujos, otros
purpurina y pegatinas, y otros simplemente arrancaban un folio, escribían sus
regalos y se lo daban a ese señor sentado en una silla que tanto impone. Pero
no es eso lo que os quiero contar, para lo que de verdad estoy escribiendo esto
es para que nos demos cuenta de que con un simple acto podemos transmitir alegría
y emoción, tanto a ellos, pequeños en edad y estatura, como a un adulto, porque
sinceramente, ¡yo estaba igual de ilusionada que los más chicos!
Es
una experiencia increíble que recomiendo a todos. No fue tarea fácil, pero creo
que una vez más, conseguimos nuestro objetivo principal: sacar una sonrisa a un
niño.
Reyes Ollero Esquivias
Reyes Ollero Esquivias
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